Viajando… Algunos días
son especiales, otros simplemente la vida te pone en tu sitio. El día transcurría
tranquilo y feliz... viviendo... yendo a correr a la playa, yoga, un bañito y
hablar con pescadores sobre la pesca y porque hay pescados en la orilla
muertos... en fin un día lindo-...
Aquí todo es
lindo... después de desayunar la avena con plátano... mirando a los pescadores
como venden la pesca de la noche en pura playa…tranquilo paseo por el pueblo.
me pongo a leer el libro del viaje , un ratito tomando un café. (es de aquí,
hay plantaciones)... De pronto me encuentro con este capítulo hoy... me
emociono , me siento identificado , si , reflexiono y creo que soy uno de esos
... me siento de repente identificado y me pregunto…. Bueno por lo menos lo he
visto, no podía dejar de llorar , es como si me lo estuviera diciendo a mi... y
en realidad me siento que va para el que os escribe... bueno , quizás hay días
para darse cuenta... un abrazo , me observo...
Me preguntas: «¿Por qué tengo miedo de que ser solo
un observador me aburra?».
No tienes miedo porque conozcas la experiencia de
que ser el observador resulte aburrido... No existe ni un solo ejemplo en la historia
de la humanidad de que un observador, un meditador, haya dicho que la
experiencia interior resulte aburrida. No tienes miedo de eso. No sabes en qué
va a consistir la explosión interior cuando surja el observador.
A lo que tienes miedo es a que no surja el
observador a menos que cortes con las pasiones, con tus facetas de payaso y de vividor.
A lo que temes es al cambio. No sabes nada del observador; es más, me da la
impresión de que ya estás aburrido, porque solo una persona que se aburre puede
ser un vividor, un aventurero que va de un lado a otro. Fíjate en los
turistas...
El turista es una clase de ser humano diferente,
otra clase de humanidad. Están completamente locos, con sus cámaras de fotos de
acá para allá, siempre con prisas; incluso si van al Taj Mahal no tienen mucho
tiempo, y se limitan a tomar unas cuantas fotos y vuelven a meterse en el taxi.
No han visto el Taj Mahal, solo han enfocado la cámara. Cuando el tío del taxi
empieza a tocar el claxon para anunciar que hay que marcharse, que hay otros
sitios que ver... Y cuando vuelven a su casa, ya tranquilos, dicen con el álbum
de fotos en la mano: «Ahora sí que vamos a ver la auténtica belleza del Taj
Mahal, del Himalaya y de Cachemira».
Qué estupidez. Podrías haber comprado todas esas
fotos en la ciudad en la que vives. Están a la venta.... y no se pueden encontrar
mejores fotografías que las que están a la venta, hechas por buenos fotógrafos,
por profesionales. Tus fotografías serán de aficionado. ¿Y has dado la vuelta al
mundo solo para acumular fotografías? ¿Por qué ese miedo a quedarte ante el Taj
Mahal al menos durante veinticuatro horas?
Quienes conocen el Taj Mahal como lo conozco yo, se
quedan allí quince días. Cuando empieza a aparecer la luna, el primer día de la
luna, el Taj Mahal es maravilloso; se entrevé un momento y después se hace la
oscuridad. El segundo día hay más luz, y el tercero aún más. A medida que
aumenta la luz, el Taj Mahal se recorta con mayor claridad, como un sueño que
se hace realidad. Y exactamente en la noche de la luna llena, alrededor de las
nueve, el Taj Mahal se muestra en todo su esplendor. La combinación de la luna
llena y el Taj Mahal no es obra de arquitectos normales y corrientes; es obra
de místicos sufíes. Fue creado para que en nuestro interior surgieran la
gratitud y la oración. No es un sitio para turistas; es un lugar para
buscadores.
Los buscadores no tienen prisa. Esperan, contemplan
el Taj Mahal desde todos los ángulos, con diferente luz, por el día, por la
noche. A primera hora de la mañana, cuando el cielo está plagado de estrellas,
el Taj Mahal tiene una belleza diferente, que va cambiando. Esa es la grandeza
del Taj Mahal, y esa es la grandeza de toda la existencia. El Taj Mahal es solo
un ejemplo.
El aventurero, el vividor, es en realidad una
persona muy aburrida. Como intenta librarse del aburrimiento, no para de correr
de un sitio a otro, de una mujer a otra. Se aburre enseguida de todo, va en pos
de otra cosa, pensando que quizá no se aburrirá con eso. Pero no se da cuenta
de que no son las cosas lo que aburren, sino que tú eres el aburrido. Te
aburrirás dondequiera que estés.
Incluso si fueras a conocer al mismísimo Dios, le
harías unas cuantas fotos (¿qué si no?) y empezarías a aburrirte. El mismo Dios,
eterno... ¿Cuántas fotos podrías sacarle? Se te acaba el rollo de película y
ahí te quedas, con ese Dios muerto, una pesadez. Saldrás corriendo, aunque sea
para meterte en el infierno, y entrarás en él: igual te espera alguna aventura.
Pero te aburrirás en todos lados, porque el
aburrimiento es tu actitud, tu forma de enfocar la vida, no una cualidad de las
cosas. ¿Cuáles son tus pasiones? ¿Cuánto tardas en hartarte de una relación
apasionada? Quizá una noche, o quizá eso sea demasiado.
¿Qué pasión tienes? Vívela intensa, totalmente, y al
cabo de veinticuatro horas estarás harto de ella. Y después quizá unas cuantas
experiencias más... dependiendo de tu inteligencia. Si eres inteligente, te
bastará con una historia. Si eres imbécil, quizá sigas esperando durante toda
tu vida que otra historia sea la definitiva.
Cuanto más inteligente es un hombre o una mujer,
antes se da cuenta de que esa lujuria, esa pasión, es una estupidez. Y si comprendes
la razón por la que eres un aventurero, que en el fondo es tu vida de
aburrimiento la que te impulsa a buscar nuevas aventuras... quizá no te aburras
en alguna parte... Pero sigues yendo de un lado a otro, malgastando tu vida.
Y cuando llegue el día en que se agoten tus
pasiones, ¿cómo podrás sentir celos? Los celos son un derivado de tus pasiones.
Y cuando ya no te interese nadie, solo la exploración de tu ser, la censura
desaparecerá. Y cuando descubras tu tesoro, ese esplendor oculto en tu
interior, desaparecerá la codicia.
Cuando sientes esa satisfacción, ¿cómo puedes sentir
ira? Esa ira destruiría tu alegría y tu satisfacción.
Pero el secreto de esta transformación consiste en
observar. En toda la historia de la humanidad no hay ningún meditador que se
haya aburrido. En realidad, los meditadores son los únicos que eliminan por
completo el aburrimiento. La existencia los emociona de tal manera, se sienten
tan emocionados con su consciencia, con la armonía que establecen con el pulso
del universo que no pueden aburrirse. Es algo que cambia a cada momento, cada
momento es un universo nuevo, y cada momento es una nueva danza, una nueva
canción, una nueva música que jamás habías oído.
En primer lugar hártate de tus pasiones; es
demasiado pronto para ser observador. Y cuando te hartes de tus pasiones y tus aventuras,
verás que desaparecen la ira, los celos y la codicia. Entonces será el momento,
el momento adecuado para iniciar la aventura definitiva de ser el observador,
el meditador, el testigo.
En primer lugar, sigue jugando con tus juguetes. En
la vida de todo niño llega un momento en el que deja a un lado los juguetes y
se olvida de ellos. En la vida de todo hombre o mujer inteligente también llega
el momento en el que se harta de los juguetes de la vida cotidiana, a los que
incluso los animales tienen acceso. Y entonces surge la necesidad de superar a
los animales, de superar la sociedad humana, de preguntarse por la fuente misma
de la vida, de la propia consciencia. Entonces habrás penetrado en un misterio
interminable.
Jamás te aburrirás... y lo digo con absoluta
certeza, porque yo no hablo sobre ello, sino que estoy dentro de ello, formo
parte de ello. No me he aburrido ni un solo momento en toda mi vida.
Pero no voy a decirte que te creas lo que digo. Solo
puedo aconsejarte que vayas paso a paso, de modo que un día también tú puedas
experimentar esa inmensa bendición. Es un derecho inalienable. OSHO
Gracias a Sandra por su comentario, me ha hecho meditar que todas las opiniones son buenas pero que cada uno tiene que seguir su camino mágico y divino que le apetezca... esta es la opinión de un guru que cuando era joven viajo toda la india hasta que se cansó... Entonces se paró y empezó a hablar para destronar los egos , incluso el ego del viajero.... Gracias
Gracias a Sandra por su comentario, me ha hecho meditar que todas las opiniones son buenas pero que cada uno tiene que seguir su camino mágico y divino que le apetezca... esta es la opinión de un guru que cuando era joven viajo toda la india hasta que se cansó... Entonces se paró y empezó a hablar para destronar los egos , incluso el ego del viajero.... Gracias
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