“Tú eres una creación
perfecta y deberías sentir reverencia solamente en presencia del Creador de la
perfección. El milagro es, por lo tanto, un gesto de amor entre iguales. Los
que son iguales no deben sentir reverencia los unos por los otros, pues la
reverencia implica desigualdad. Por consiguiente, no es una reacción apropiada
hacia mí. Un hermano mayor merece respeto por su mayor experiencia, y
obediencia por su mayor sabiduría. También merece ser amado por ser un hermano,
y devoción si es devoto. Es tan sólo mi devoción por ti lo que me hace
merecedor de la tuya. No hay nada con respecto a mí que tú no puedas alcanzar.
No tengo nada que no proceda de Dios. La diferencia entre nosotros por ahora
estriba en que yo no tengo nada más. Esto me coloca en un estado que en ti es
sólo latente.
“Nadie viene al Padre sino por mi” no significa que yo esté en modo alguno separado de ti o que sea diferente, excepto en el tiempo, y el tiempo no existe realmente. La afirmación tiene más sentido desde el punto de vista de un eje vertical que de uno horizontal. Tú estás debajo de mí y yo estoy debajo de Dios. En el proceso de "ascensión" yo estoy más arriba porque sin mí la distancia entre Dios y el hombre sería demasiado grande para que tú la pudieses Salvar. Yo salvo esa distancia por ser tu hermano mayor, por un lado, y por el otro, por ser un Hijo de Dios.
La devoción que les profeso a mis hermanos es lo que me ha puesto a cargo de
Un curso de milagros. Capitulo 1
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