Creo que solo tienes que sentarte un rato y ver
que sucede si lo haces durante unos meses, cuales son los pequeños cambios en tu
mente y sobre todo en tu vida y en la que te rodea. Cando tengo un día un poco difícil
me aparto a meditar y de pronto cuando salgo otra vez al mundo todo ha cambiado
porque mi mente ha cambiado…
En los diferentes talleres tanto de Ahoravive como
de Reiki siempre intentamos tener periodos de meditación en grupo y sobre todo
dar diferentes herramientas meditativas de todo el mundo para que cada persona
experimente después en su vida que sucede con la practica, no con teorías o filosofías
sino con los diferentes comportamientos de la mente. “si quieres algo diferente
prueba algo diferente”
En los encuentros de “Mente y Vida” (Mind and
Life), que reúne cada año a científicos de diversas disciplinas y monjes
budistas en una curiosa sucesión de conferencias y diálogos encabezados por el
Dalai Lama, quien asume indistintamente el rol de líder espiritual y de alumno
obstinado.
Los encuentros de “Mente y Vida” se vienen
celebrando desde 1987 y han dado como resultado la consolidación, según han
pasado los años, de cuatro categorías protagonistas: neurociencia, física
cuántica, cosmología y estudios sobre la conciencia. En este último apartado,
se abordan campos como los efectos de las emociones en la salud, el papel del altruismo
frente al sufrimiento, o la ética y la compasión como valores necesarios para
el desarrollo personal y social.
La comunicación entre dos maneras tan diferentes
de acercarse a la vida, tanto exterior como interior, y los puentes tendidos
entre ambas tienen como objetivo, según sus organizadores, mostrarle al mundo
un camino hacia la paz del individuo consigo mismo, primero, y del mundo,
después.
Tal y como afirma Richard Davidson, de la Universidad de
Wisconsin-Madison, el humano es el único ser vivo conocido capaz de regular sus
emociones, pero ha de saber cómo. Frente a las respuestas naturales e instintivas
de alerta y orientación, existe un mecanismo de control radicado en el lóbulo
frontal, que es el que permite resistir ante tales estímulos externos y fijar
la atención de manera voluntaria.
Aquí es
donde se deja ver la importancia de la meditación, pues incrementa la capacidad
de atención, sin la cual no es posible regular las propias emociones.
A este respecto, uno de los datos aportados
durante las conferencias de “Mente y Vida” se antoja clave para comprender los
comportamientos impulsivos de los ciudadanos en los países más desarrollados:
el tiempo de capacidad atentiva del estadounidense medio es de ocho segundos, tras
los cuales la fuerza de distracción le supera. Un pez de acuario puede mantener
su atención durante nueve segundos.
Las personas con mayor incapacidad para
recuperarse de una emoción negativa tienden a ser más ansiosas y muestran mayor
inquietud que quienes se sobreponen antes. Cuanta más práctica meditativa se
tiene, menos pegajosidad se padece.
El estrés contemporáneo es crónico, provocado y en
ningún modo natural, derivado del modo de vida capitalista. Es contrario a la
evolución, pues, al tiempo que sitúa al individuo en una situación continua de
lucha y alerta frente a los peligros que atentan contra su supervivencia,
suprime las herramientas de cooperación grupal necesarias para compensar el
sistema nervioso. El enemigo está dentro del grupo, de hecho puede ser el grupo
en sí, de modo que no existe el refugio necesario para todo ser vivo.
Los estudios apuntan a que los programas de
meditación, aplicados en ambientes laborales y sistemas penitenciarios, logran
reducir notablemente la violencia dentro del colectivo. Se trata de una
recuperación de la dignidad y de la confianza de la persona al aceptar la
situación de impermanencia que es la existencia. Sólo una mente calmada puede
servir de base para cultivar la compasión.
Según los estudios de Sona Dimidjian, de la Universidad de
Boulder, Colorado, en los procesos de depresión la meditación ayuda a tomar
conciencia de los pensamientos que asaltan la mente, de manera que el sujeto
reconoce los episodios de tristeza, pudiendo acercarse a la experiencia desde
otra perspectiva que no sea la de ser arrastrado por la corriente de
negatividad al identificarse con sus pensamientos.
No se puede eliminar la tristeza, pero sí aprender
a valorarla bajo otros criterios por los que convertir la experiencia en un
proceso constructivo, no destructivo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario