Aquel era un hombre que tenia una hermosa cocina , con una gran despensa. Se había dedicado durante años a crear su hogar . Se hacia comidas cada día comidas mas ricas... incluso invitaba a algunas personas que durante poco tiempo supiera apreciar dichas comidas.
Un día , como nos sucede a todos, apareció una hermosa joven en su puerta. Ella llegaba con una hamburguesa en su mano y le dijo "será tuya si haces lo que yo quiera", él puso una cara entraña, ella entonces , replicó...
"te daré esta y muchas mas , todos los días, si eres como yo quiero que seas"
El hombre se quedó meditando y con una sonrisa recordó cuantas hermosas jóvenes habían llegado a su puerta a lo largo de los años. Cuantas veces había aceptado y cuantas fue dependiente de aquella comida. Recordó cuantas ocasiones no pudo ser el mismo y cuantas tenia miedo de quedarse sin aquella comida, también recordó lo adicto que se volvió de algunas personas.
Volvió a mirar detenidamente a la joven y con una sonrisa le dijo : "Ahora ya tengo comida viva, ahora no me interesa tu comida , ahora soy libre y no puedo hacer lo que tu quieras, si quieres te invito a mi comida pero no te pongo ninguna condición, ahora solo puedo compartir mi amor".
Y la joven , con un gesto de asombro porque no entendía a aquel hombre, se fue.
El cerró la puerta con cierta serenidad, se preguntó " ¿seré egoísta o autista?...
Un día paseando por la calle se le apareció una chica que , después de hablar unos días desde el corazón y sentir ambos que eran compatibles y hermosamente diferentes. Se sonrieron Juntos.
De pronto y los dos a la vez se invitaron a cenar en sus hermosas casas y su gustosa comida sin condiciones. Todo era natural y los dos aceptaban al otro tal y como eran.
Y así desde ese día comparte su rica comida con otro ser ÚNICO , MARAVILLOSO Y PERFECTO.
GRACIAS AMIGA , HOY HAS SIDO MI MUSA...
AMOR ES ACEPTAR
AMOR ES ACEPTAR
2 comentarios:
GRACIAS A TI POR ESTAR SIEMPRE...
Suena bien pero la experiencia hace que sepamos lo dificil que es que nos acepten tal como somos y, por supuesto, aceptar a quienes queremos (tal como son).
Es una pena que San Pablo nos pusiera ese listón tan alto. pero el amor es precisamente así: "sin límites".
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