Ayer en el
segundo cumpleaños de mi sobrina Lucia que tuve la suerte de compartir con mi
familia, mi hermano del alma y de sangre. Me enseñó un libro y un artículo en el
cual la chica cuenta las cosas de su madre. En la entrada 89 le tocó el reiki y
el comentario que publicó fue el de mi hermano Suso.
Gracias hermano por darme tanta luz en el camino y por bajarme siempre del ego, pínchalo siempre que lo veas crecer…
ESTA ES LA ENTRADA 89 DEL LIBRO "COMO NO SER UNA DRAMA MAMÁ"
Gracias hermano por darme tanta luz en el camino y por bajarme siempre del ego, pínchalo siempre que lo veas crecer…
ESTA ES LA ENTRADA 89 DEL LIBRO "COMO NO SER UNA DRAMA MAMÁ"
Si
hay que creer en el Reiki, pues se cree y punto.
Esta
es un frase que nunca creí que iba a oír a mi madre. Ella cree en los kivis,
en una pastora que avisa cuando se avecina tormenta, en Maldonado, el del
tiempo, y a veces un poco en Santa Rita, patrona de los imposibles. Esto es por
mí, que siempre he sido su imposible. Poco más. Pero una drama mamá siempre
puede sorprenderte.
Cuándo utilizó el consejo:
Ayer.
Mi no drama papá está malito. Muy malito. En realidad, no he estado de vacaciones.
Han sido unas vacaciones del blog porque ando escasa de sentido del humor. Pues
ayer por la noche estábamos en el hospital, en un día muy intenso en que parece
que todo va mal, y andábamos concentrados en esa pequeña supervivencia de los
hospitales. Ese trajín de turnos, viajes, noches mal dormidas, noticias, malas
noticias, análisis y un sinfín de términos que nunca pensamos que tuviéramos
que aprender. Y entonces llegó el señor del Reiki.
El señor del reiki es un hombre grande, con
manos de pelotari y un abrazo contundente. Llegó se presentó y dijo que quería
hablar con mi padre. Mi hermana que no entendía nada entró en la habitación y
le preguntó a mi padre si le debía pasta a alguien, y yo fuera trataba de
comprender qué hacía aquel señor allí.
Dentro de la habitación estaba mi no drama papá y uno de sus grandes amigos. Los dos comparten nombre, una afición por el buen vino y la certeza de que el reiki es un invento. Bueno, en realidad, ninguno sabía lo que era el reiki hasta ayer pero ellos son más de la energía de un buen Rioja que de conectarse a una red mundial de energía positiva. El caso es que el señor del reiki entró y nos dio una pequeña explicación. Mi no drama papá, no sé si por educación, por curiosidad o porque ese señor era muy agradable le dejó hacer. Y de repente empezamos a reírnos, todos, el amigo de padre y su mujer, porque habían oído mal y creían que estábamos haciendo reggae, mi hermana que le veía a mi padre con una piedra mágica en la mano con cara de “cómo he acabado así”, yo porque el amigo de mi padre me decía que no les dejara solos que ese hombre tenía un poder y había que tener cuidado, el novio de mi hermana que el pobre llegó tarde y no entendía que narices podía hacer el reggae y Bob Marley por mi padre. Entre broma y broma y algo de reiki, le dije al señor que todo estaba muy bien, pero que él le explicaba a mi madre qué estábamos haciendo allí cuando llegara, porque yo ya me veía tragándome la piedra mágica. Pero, no, una drama mamá siempre te sorprende.
Consecuencias:
Ya habíamos casi terminado cuando ella llegó con su termo, unos melocotones de la huerta de no sé quién, un bocata por si acaso, unos pañuelos de papel “más suaves que los que dan en el hospital que los de aquí son de lija”, un poco de flan por si mi padre estaba caprichoso, y seguro que algo más de comida que no nos cuenta, pero que podría mantener a toda la planta alimentada en caso de Apocalipsis porque la habitación de mi padre huele igual que una tienda de ultramarinos. Así llegó y el señor del Reiki no tuvo que explicarle nada:
Dentro de la habitación estaba mi no drama papá y uno de sus grandes amigos. Los dos comparten nombre, una afición por el buen vino y la certeza de que el reiki es un invento. Bueno, en realidad, ninguno sabía lo que era el reiki hasta ayer pero ellos son más de la energía de un buen Rioja que de conectarse a una red mundial de energía positiva. El caso es que el señor del reiki entró y nos dio una pequeña explicación. Mi no drama papá, no sé si por educación, por curiosidad o porque ese señor era muy agradable le dejó hacer. Y de repente empezamos a reírnos, todos, el amigo de padre y su mujer, porque habían oído mal y creían que estábamos haciendo reggae, mi hermana que le veía a mi padre con una piedra mágica en la mano con cara de “cómo he acabado así”, yo porque el amigo de mi padre me decía que no les dejara solos que ese hombre tenía un poder y había que tener cuidado, el novio de mi hermana que el pobre llegó tarde y no entendía que narices podía hacer el reggae y Bob Marley por mi padre. Entre broma y broma y algo de reiki, le dije al señor que todo estaba muy bien, pero que él le explicaba a mi madre qué estábamos haciendo allí cuando llegara, porque yo ya me veía tragándome la piedra mágica. Pero, no, una drama mamá siempre te sorprende.
Consecuencias:
Ya habíamos casi terminado cuando ella llegó con su termo, unos melocotones de la huerta de no sé quién, un bocata por si acaso, unos pañuelos de papel “más suaves que los que dan en el hospital que los de aquí son de lija”, un poco de flan por si mi padre estaba caprichoso, y seguro que algo más de comida que no nos cuenta, pero que podría mantener a toda la planta alimentada en caso de Apocalipsis porque la habitación de mi padre huele igual que una tienda de ultramarinos. Así llegó y el señor del Reiki no tuvo que explicarle nada:
-
Mire no me cuente nada, cuando yo me ido hace unas horas, lo he dejado tumbado,
medio dormido y triste. Y llegó y después de tantos días, por fin nos reímos, y
mire lo tranquilo que está. Así que me hago del reiki ese ya. ¿Quiere unas
trufas? Tenemos unas trufas riquísimas. Coja una, y otra para el camino. ¿Y
tiene hijos? Ande lléveles algunas, que el chocolate siempre viene bien.
El
señor del reiki nos dio un abrazo enorme y allí nos quedamos, riéndonos como
hace tiempo que no lo hacíamos, incluso mi padre:
-
Hoy ha venido un cura, un psicólogo y el señor del reiki… Este hospital parece
una terapia ocupacional.- Ese es mi padre.
-
Ya me estáis oyendo. Ese hombre ha venido aquí y ha cobrado tres trufas por
estar una hora de su tiempo con nosotros, y encima mira que bien estás. Así que
no quiero yo que nadie se ría del reiki ¿Me estáis oyendo? Y si hay que creer
en el Reiki, pues se cree y punto.- Esa es mi madre.
Excepciones para utilizarlo:
Todas.
Futuros hijos míos, en la vida, pasan cosas así y uno acaba creyendo en el
reiki sin ni siquiera saber lo que es, en el reiki o en el señor del reiki y su
sentido del humor, que creo que, en realidad, fue la clave.
Sobre el drama consejo, mi
hermano es entre otras cosas, maestro de reiki, aunque mi no-drama papá no
quiere saber nada de esas cosas, le regaló a mi drama mamá el participar en una
formación Express sobre reiki, ella sentadita en una silla, abría los ojos y
observaba todo, escuchaba a la gente, y lo que resumía su experiencia era:
"Tu hermano que bien habla, y que guapo estaba!"
Da igual en lo que se crea, el caso es creer.
Un abrazo de corazón. Suso
Este libro surgió de un blog de notas… aquí te paso el link…
http://www.comonoserunadramamama.com/2011/09/89-si-hay-que-creer-en-el-reiki-pues-se.html
Esta locura me tiene enamorado.... escucha ..... la musica tambien ilumina...
Esta locura me tiene enamorado.... escucha ..... la musica tambien ilumina...
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