........NADA REAL PUEDE SER AMENAZADO, NADA IRREAL EXISTE Y EN ESTO LLEGA EL AMOR....

26/5/09

EL PODER DE LA PALABRA


La palabra, junto con el poder de la vibración es capaz de crear,
sanar y también destruir.
La teoría indica que cuando focalizamos nuestra mente en algo, y a
esto le sumamos el sentimiento y l
a emoción para finalmente expresarlo, estamos exteriorizando y
materializando un poder
que estará afectando los reinados de la materia



LO QUE LE DICES A TU SEMEJANTE,

 TE LO DICES A TI MISMO

Si cada uno de nosotros estuviésemos conscientes de que la energía
liberada en cada palabra afecta no solo a quien se la dirigimos, sino
también a nosotros mismos y al mundo que nos rodea, comenzaríamos a
cuidar más lo que decimos.

Los antiguos esenios sabían de la existencia de un enorme poder
contenido en la oración, el verbo y la palabra. Los antiguos
alfabetos, como el sánscrito, el arameo y el lenguaje hebreo son
fuentes de poder en sí mismos. Los esenios utilizaron la energía que
canaliza el lenguaje -la cual era la manifestación final del
pensamiento, la emoción y el sentimiento- para manifestar en la
realidad la calidad de vida que deseaban experimentar en este mundo.
En las culturas del antiguo Oriente eran utilizados los mantras, los
rezos, los cánticos y las plegarias con una intención predeterminada
como técnicas para materializar estados internos y programar, de una
forma ignorada por nosotros en la actualidad, realidades pensadas,
deseadas y afirmadas previamente.

Los estudios realizados por físicos cuánticos comienzan a redescubrir
y validar el enorme conocimiento olvidado de antiguas culturas
ancestrales. Un conocimiento que se encuentra aún escondido y olvidado
y que nos aportaría el poder de cambiar nuestro mundo.

LAS PALABRAS PUEDEN PROGRAMAR EL ADN

La más reciente investigación científica rusa apunta a que el ADN
puede ser influido y reprogramado por palabras y frecuencias, sin
seccionar ni reemplazar genes individuales. Solo el 10% de nuestro ADN
se utiliza para construir proteínas, y este pequeño porcentaje del
total que compone el ADN es el que estudian los investigadores
occidentales. El otro 90% es considerado “ADN chatarra”. Sin embargo
los investigadores rusos, convencidos de que la naturaleza no es
tonta, reunieron a lingüistas y genetistas -en un estudio sin
precedentes-, para explorar ese 90% de “ADN chatarra”.

Los resultados arrojaron conclusiones impensadas: según los estudios,
nuestro ADN no solo es el responsable de la construcción de nuestro
cuerpo, sino que también sirve como almacén de información y para la
comunicación a toda escala de la biología. Los lingüistas rusos
descubrieron que el código genético, especialmente en el aparentemente
inútil 90%, sigue las mismas reglas de todos nuestros lenguajes
humanos. Compararon las reglas de sintaxis (la forma en que se colocan
juntas las palabras para formar frases y oraciones), la semántica (el
estudio del significado del lenguaje) y las reglas gramaticales
básicas y así descubrieron que los alcalinos de nuestro ADN siguen una
gramática regular y sí tienen reglas fijas, tal como nuestros idiomas.

Por lo tanto, los lenguajes humanos no aparecieron coincidentemente,
sino que son un reflejo de nuestro ADN inherente. El biofísico y
biólogo molecular ruso Pjotr Garjajev y sus colegas también exploraron
el comportamiento vibratorio del ADN. “Los cromosomas vivos funcionan
como computadoras solitónicas/holográficas usando la radiación láser
del ADN endógeno”. Eso significa que uno simplemente puede usar
palabras y oraciones del lenguaje humano para influir sobre el ADN o
reprogramarlo.

Los maestros espirituales y religiosos de la antigüedad han sabido,
desde hace miles de años, que nuestro cuerpo se puede programar por
medio del lenguaje, las palabras y el pensamiento. Ahora eso se ha
probado y explicado científicamente. La sorpresa mayor fue descubrir
la manera en que el 90% del “ADN Chatarra” almacena la información.
“Imaginemos una biblioteca que en lugar de archivar miles de libros
solo guarda el alfabeto común a todos los libros, entonces, cuando uno
solicita la información de un determinado libro, el alfabeto reúne
todo lo contenido en sus páginas y nos lo pone a nuestra disposición”,
aclaró Garjajev. Esto nos abre las puertas a un misterio aún mayor:
que la verdadera “biblioteca” estaría fuera de nuestros cuerpos en
algún lugar desconocido del cosmos y que el ADN estaría en
comunicación permanente con este reservorio universal de conocimiento.

LA EVIDENCIA INESPERADA

El investigador Dan Winter, que desarrollara un programa de
computación para estudiar las ondas sinusoidales que emite el corazón
bajo respuestas emocionales, en una fase de la investigación con sus
colegas, Fred Wolf y Carlos Suárez, analizó las vibraciones del
lenguaje hebreo con un espectograma. Lo que descubrieron fue que los
pictogramas que representan los símbolos del alfabeto hebreo se
correspondían exactamente con la figura que conforma la longitud de
onda del sonido de cada palabra.

Es decir que la forma de cada letra era la exacta figura que formaba
dicha longitud de onda al ser vocalizada. También comprobaron que los
símbolos que conforman el alfabeto son representaciones geométricas.
En el caso del alfabeto hebreo, las 22 gráficos utilizados como letras
son 22 nombres propios originalmente usados para designar diferentes
estados o estructuras de una única energía cósmica sagrada, la cual es
la esencia y semblanza de todo lo que es. El libro del Génesis está
escrito en este lenguaje.

Las letras de los antiguos alfabetos son formas estructuradas de
energía vibracional que proyectan fuerzas propias de la estructura
geométrica de la creación. De esta manera, con el lenguaje se puede
tanto crear como destruir. El ser humano potencia el poder contenido
en los alfabetos al sumarle el poder de su propia intención. Eso nos
convierte en responsables directos de los procesos creacionales o
destructivos en la vida… y con tan solo ¡la palabra!

EL PODER CURATIVO DE LA PALABRA

Existe una capacidad demostrada en la que la palabra puede afectar la
programación del ADN. La salud podría conservarse indefinidamente si
nos orientamos en pensamientos, sentimientos, emociones y palabras
creativas y, por sobre todo, bien intencionadas.

Los estudios del Instituto Heart Math nos abren un nuevo panorama
hacia la curación, no solo de los humanos enfermos, sino también para
la sanación planetaria. El instituto cree en la existencia de lo que
ellos dieron en llamar “hipercomunicación”, una especie de red de
internet bajo la cual todos los organismos vivos estarían conectados y
comunicados permitiendo la existencia de la llamada “conciencia
colectiva”.

El Hearth Math declara que si todos los seres humanos fuéramos
conscientes de la existencia de esta matriz de comunicación entre los
seres vivos, y trabajáramos en la unificación de pensamientos con
objetivos mancomunados, seríamos capaces de logros impensados, como la
reversión repentina de procesos climáticos adversos.

El poder de los rezos, oraciones y peticiones, tal como nos lo han
legado los antiguos esenios -potenciado por millares de personas-, nos
otorgaría un poder que superaría al de cualquier potencia militar que
quisiera imponernos su voluntad por la fuerza.

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