........NADA REAL PUEDE SER AMENAZADO, NADA IRREAL EXISTE Y EN ESTO LLEGA EL AMOR....

23/8/15

MEDITACIÓN UNA CIENCIA

La Meditación es una ciencia estudiada durante siglos en uno de esos experimentos humanos hechos realidad en los himalayas, durante años se ha practicado la meditación desde niños en miles de personas y se ha estudiado los efectos sobre la mente.

Creo que solo tienes que sentarte un rato y ver que sucede si lo haces durante unos meses, cuales son los pequeños cambios en tu mente y sobre todo en tu vida y en la que te rodea. Cando tengo un día un poco difícil me aparto a meditar y de pronto cuando salgo otra vez al mundo todo ha cambiado porque mi mente ha cambiado…

En los diferentes talleres tanto de Ahoravive como de Reiki siempre intentamos tener periodos de meditación en grupo y sobre todo dar diferentes herramientas meditativas de todo el mundo para que cada persona experimente después en su vida que sucede con la practica, no con teorías o filosofías sino con los diferentes comportamientos de la mente. “si quieres algo diferente prueba algo diferente”



En los encuentros de “Mente y Vida” (Mind and Life), que reúne cada año a científicos de diversas disciplinas y monjes budistas en una curiosa sucesión de conferencias y diálogos encabezados por el Dalai Lama, quien asume indistintamente el rol de líder espiritual y de alumno obstinado.

Los encuentros de “Mente y Vida” se vienen celebrando desde 1987 y han dado como resultado la consolidación, según han pasado los años, de cuatro categorías protagonistas: neurociencia, física cuántica, cosmología y estudios sobre la conciencia. En este último apartado, se abordan campos como los efectos de las emociones en la salud, el papel del altruismo frente al sufrimiento, o la ética y la compasión como valores necesarios para el desarrollo personal y social.

La comunicación entre dos maneras tan diferentes de acercarse a la vida, tanto exterior como interior, y los puentes tendidos entre ambas tienen como objetivo, según sus organizadores, mostrarle al mundo un camino hacia la paz del individuo consigo mismo, primero, y del mundo, después.

Tal y como afirma Richard Davidson, de la Universidad de Wisconsin-Madison, el humano es el único ser vivo conocido capaz de regular sus emociones, pero ha de saber cómo. Frente a las respuestas naturales e instintivas de alerta y orientación, existe un mecanismo de control radicado en el lóbulo frontal, que es el que permite resistir ante tales estímulos externos y fijar la atención de manera voluntaria.

Aquí es donde se deja ver la importancia de la meditación, pues incrementa la capacidad de atención, sin la cual no es posible regular las propias emociones.

A este respecto, uno de los datos aportados durante las conferencias de “Mente y Vida” se antoja clave para comprender los comportamientos impulsivos de los ciudadanos en los países más desarrollados: el tiempo de capacidad atentiva del estadounidense medio es de ocho segundos, tras los cuales la fuerza de distracción le supera. Un pez de acuario puede mantener su atención durante nueve segundos.

Las personas con mayor incapacidad para recuperarse de una emoción negativa tienden a ser más ansiosas y muestran mayor inquietud que quienes se sobreponen antes. Cuanta más práctica meditativa se tiene, menos pegajosidad se padece.

El estrés contemporáneo es crónico, provocado y en ningún modo natural, derivado del modo de vida capitalista. Es contrario a la evolución, pues, al tiempo que sitúa al individuo en una situación continua de lucha y alerta frente a los peligros que atentan contra su supervivencia, suprime las herramientas de cooperación grupal necesarias para compensar el sistema nervioso. El enemigo está dentro del grupo, de hecho puede ser el grupo en sí, de modo que no existe el refugio necesario para todo ser vivo.

Los estudios apuntan a que los programas de meditación, aplicados en ambientes laborales y sistemas penitenciarios, logran reducir notablemente la violencia dentro del colectivo. Se trata de una recuperación de la dignidad y de la confianza de la persona al aceptar la situación de impermanencia que es la existencia. Sólo una mente calmada puede servir de base para cultivar la compasión.

Según los estudios de Sona Dimidjian, de la Universidad de Boulder, Colorado, en los procesos de depresión la meditación ayuda a tomar conciencia de los pensamientos que asaltan la mente, de manera que el sujeto reconoce los episodios de tristeza, pudiendo acercarse a la experiencia desde otra perspectiva que no sea la de ser arrastrado por la corriente de negatividad al identificarse con sus pensamientos.

No se puede eliminar la tristeza, pero sí aprender a valorarla bajo otros criterios por los que convertir la experiencia en un proceso constructivo, no destructivo.


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